Estos últimos meses hemos estado trabajando la sinodalidad en nuestra parroquia. Hemos hecho encuentros de la comunidad para hablar de cómo vemos la Iglesia a partir de nuestra vivencia personal, de hacia dónde creemos que tiene que ir y qué pasos podemos dar para mejorar la escucha, la participación, el diálogo, el discernimiento, la corresponsabilidad, la toma de decisiones, la celebración, la misión, la comunión.
Después de estos encuentros hemos publicado las conclusiones y las propuestas, que también se han enviado al obispado. El Consejo pastoral y los diferentes grupos de trabajo estamos intentando concretar y ver qué podemos hacer y cómo hacerlo.
Uno de los temas que se repetían era el papel de los laicos y, especialmente el de las mujeres, dentro de la Iglesia. El equipo de liturgia, ya pensando sobre todo de cara al verano, acordó crear un equipo de personas preparadas para poder realizar la Celebración de la Palabra.
Esta semana ya se ha estrenado Rosa Mª. Ella hace cada semana la Celebración de la Palabra en la Casa Asil, para los residentes, como responsable de la Pastoral. Este jueves la ha hecho en la parroquia para la comunidad, celebrando con su propio estilo, con su propia manera de ser, y hay que decir que con muy buena acogida.
La formación de laicos será muy importante en el futuro de la Iglesia para ir asumiendo tareas que, tradicionalmente no las realizábamos, pero poco a poco serán más habituales. Preparémonos, pues, la Iglesia está en nuestras manos, la Iglesia somos todos.
Teresa Baqueró
