La semana del 25 de abril cada grupo de catequesis de primer año disfrutó de unos momentos juntos, familiares, niños y catequistas.
El motivo del encuentro era compartir el significado del momento que se va acercando a los niños: su primera comunión. El elemento central fue la MESA, una mesa que poco a poco fuimos convirtiendo en elemento sagrado y es entonces cuando le llamamos ALTAR. Disponíamos de todos los elementos del altar: el mantel, las flores, el cáliz, la patena, el purificador, las vinajeras, la cruz, el cirio y el misal.
A medida que entre todos íbamos presentando los diferentes elementos, los íbamos explicando…Era bonito observar como las familias y los niños conectaban el sentido de cada objeto y cómo las preguntas de los niños provocaban una catequesis compartida más vivida.
Recordamos la frase de una de las familias: «Nada en la liturgia es casual, todo tiene un porqué íntimamente conectado con Jesús. Es importante saberlo para vivir estos momentos con sentido».
Los niños y las familias añadieron más elementos en el altar, aquello que encontramos, que aportamos o nos llevamos, como amor, alegría, perdón, amistad, solidaridad, fuerza, vida… Y rezamos un padrenuestro, cogidos de las manos, alrededor de la mesa, sintiéndonos hermanos.
Terminamos con una de las formas de rezar más bonitas que hay: una danza contemplativa que nos ayudó a hacer más presente a Jesús entre nosotros.
Marisa Martínez
