El miércoles 26 de mayo dimos por finalizado el curso de catequesis en el que los niños se preparan para la Primera Comunión. Muchos de ellos ya han recibido este sacramento por primera vez, otros lo harán después del verano. Han sido dos años de preparación un poco diferentes, ya que debido a la pandemia algunas sesiones hemos tenido que hacerlas virtuales; todo un reto para nosotros, los catequistas, y para los niños.
Este miércoles todos los niños y sus familias de 2º año han sido invitados a realizar unos momentos de oración y reflexión alrededor de las Bienaventuranzas (Mt, 5, 1-12). Hemos descubierto que las Bienaventuranzas nos ayudan a crecer en el Reino de Dios, y que el deseo de Jesús es que seamos felices y hagamos felices a los que nos rodean.
Hemos compartido momentos de felicidad durante este curso: en catequesis, en casa, haciendo pequeñas cosas que hacen la vida familiar más tranquila, con los compañeros del colegio, dando apoyo en aquello que necesitaban, pidiendo perdón a Jesús y, sobre todo, sintiéndonos muy amados por Él.
Queremos ser constructores del Reino de Dios, empezando por pequeñas cosas: una sonrisa, un saludo a aquella persona que nos encontramos cada día por la calle, no peleándonos con los hermanos, con los amigos, pidiendo perdón y encontrando momentos para hablar con Jesús, quien nos ayuda a recargar nuestro corazón para ver el mundo a través de sus ojos.
Los niños han descubierto que la Primera Comunión no es un punto final, sino un punto y seguido. El camino de Jesús continúa y nosotros continuaremos caminando juntos dentro de la comunidad de Sant Andreu. Esperamos reencontrarnos todos en la catequesis de postcomunión y no dejar de vernos en la misa familiar.
Maite Carretero (Catequista de 2º)
Los chicos y chicas de 1º hemos terminado el curso con una excursión dentro de la parroquia. Junto con los padres y las madres, hemos subido al campanario y nos hemos detenido en el coro, dos lugares desde donde podemos ver el barrio de Sant Andreu y Barcelona, y el interior de la parroquia, respectivamente, desde nuevas perspectivas. Hemos aprovechado también para mirar atrás y valorar este curso.
Hemos podido constatar que tanto los niños como sus familias están contentos con lo que han encontrado en catequesis, con lo que están aprendiendo sobre Jesús y de cómo vivir como Él nos propone. Como dice el himno de la Catequesis, Jesús nos enseña a amar y con Él encontramos un camino de felicidad.
Nos volveremos a ver el próximo curso para seguir avanzando por este camino. ¡Buen verano para todos!...Y recordad que en la parroquia nos seguimos encontrando todos los amigos de Jesús alrededor de su mesa.
Carme Guinart y Teresa Baqueró (Catequistas de 1º)
