El noviembre de 2022 el Cardenal Omella nos constituyó como Comunidad Pastoral a las 6 parroquias del arciprestazgo.
Ya llevábamos una larga trayectoria de trabajo conjunto y de compartir actividades y propuestas, pero ahora se nos pide un paso más: se nos pide que pasemos de pensar cada cual en “mi” parroquia y empezamos a pensar en “nuestras” parroquias, para cubrir, entre todos, todas las necesidades pastorales de los barrios de San Andreu, la Sagrera y Buen Pastor. Se nos pide que nos organicemos, que nos coordinemos, que busquemos cómo atender a todo el mundo, desde la diversidad de sensibilidades y talantes.
En junio pasado hicimos una primera asamblea (veréis aquí el artículo de la sección “Hemos hecho y haremos” que hicimos en aquel momento) en la parroquia del Buen Pastor. Una pequeña comisión recogió todas las aportaciones que se hicieron y ha elaborado un resumen.
El Consejo Arciprestal de laicos lo ha estado trabajando y ha visto la necesidad de avanzar hacia lo que tiene que ser el Consejo de la Comunidad Pastoral y lo ha empezado a definir. Ahora ya se reúne conjuntamente con el Consejo de Padres y se ha insistido en el hecho de que todas las comisiones, o un agrupamiento de estas, tengan un representante en el Consejo.
El primer trabajo que estamos haciendo es analizar las realidades pastorales que funcionan en cada parroquia, ver si se encuentran en comisión arciprestal con las mismas realidades otras parroquias, valorar si cada equipo tiene un representante o se pueden agrupar algunas comisiones en un mismo ámbito, etc. A la vez, hemos creado la Comisión Permanente del Consejo de la Comunidad Pastoral para acordar los órdenes del día y concretar las cuestiones que se decidan en el Consejo, igual que hacer propuestas concretas de trabajo al Consejo, como elaborar un calendario conjunto o revisar/renovar algunas de las actividades que hace años que hacemos, como la Romería a Montserrat, por ejemplo.
Todo esto nos ayuda a los miembros del Consejo a sentir todo este proceso como una cosa nuestra, como una misma barca en que hace falta que todos remamos en la misma dirección, ahora nos falta haceros saber a todos que estáis en la misma barca también, y que también hace falta que reméis con nosotros, con la misma ilusión y las mismas ganas de llevar adelante este proyecto que estamos convencidos nos ayudará a ser más corresponsables y sentirnos más Iglesia.
Teresa Baqueró
