Cada año, de l´1 de septiembre al 4 d´octubre, la familia cristiana s´une en esta celebración global de plegaria y acción para proteger nuestra casa común. Es un tiempo especial en que celebramos Dios como Creador que nos convoca como colaboradores para estimar y cuidar el do de todo aquello creado. En medio de la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación, como personas de fe, estamos gritados a proclamar la esperanza que inspira nuestra fe, la esperanza de la resurrección. No se trata de una esperanza sin acción, sino de una esperanza encarnada a acciones concretas de plegaria y predicación, servicio y solidaridad.