El pasado domingo celebramos en nuestro arciprestazgo la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, jornada convocada a nivel mundial por el Papa Francisco y organizada en nuestra diócesis por el colectivo “Caminamos juntos en la diversidad”.
En contraste con la ideología del miedo, el rechazo, el desprecio al diferente, a aquel que llega a nuestras tierras a menudo forzado por condicionantes climáticos, económicos o sociales adversos, esta jornada nos invita a la acogida, a andar juntos, disfrutando de una diversidad que nos enriquece a todos.
Iniciamos la jornada con una Eucaristía en nuestra parroquia, una eucaristía con muchas voces diferentes y un solo espíritu, muchas lenguas y un solo Evangelio, con diferentes nacionalidades entre los asistentes, representadas también entre los padres que concelebraron.
En la homilía se reivindicó el lema propuesto por el Papa Francisco para la Jornada: “Libres de elegir si migrar o quedarse”. También se hizo énfasis en la responsabilidad, por un lado, de acoger al recién llegado con su diversidad y, por parte, del recién llegado de acoger la realidad de nuestra comunidad.
A continuación, pudimos continuar la jornada con un caminar juntos, como imagen de sinodalidad, hacia otras parroquias del arciprestazgo. Primero,a Sant Josep Manyanet con una comida conjunta, compartida, todos alrededor de una larga y única mesa y disfrutando de una sobremesa amenizada por unas magníficas danzas peruanas. A continuación, caminamos hacia Crist Rei donde compartimos unas plegarias y el manifiesto final.
Fue una jornada para sentirnos dentro de la diversidad, una misma Iglesia, con un caminar juntos hacia un mundo más fraterno y acogedor donde toma pleno sentido la oración compartida del “Padre Nuestro”.
Josep Ferrer
La acogida y la misa:
La comida y la sobremesa:
El manifiesto y la oración final:
