El domingo 2 de octubre celebramos la misa de inicio de curso de la comunidad parroquial. Una misa muy festiva y llena de signos. Una misa que quería ayudarnos a ser familia.
Empezamos poniendo adhesivos con el nombre de cada persona que iba entrando porque queríamos conocer mejor a las personas que nos encontramos cada domingo, de los que de algunos no sabemos ni el nombre. También, había personas que no sabían que Mn. Pedro Rivero, rector de la parroquia de Bon Pastor, es també el vicario de la nuestra, y celebró la eucaristía con Mn. Toni Román, nuestro rector, y Mn. Joan Luengo, diácono.
La introducción, que había preparado el equipo de liturgia, nos ayudó a entender cómo las actividades y celebraciones que hacemos nos ayudan a ser familia, y en la homilía se nos recuerda que solo compartiendo la fe con la comunidad y en familia esta fe puede crecer y hacerse más fuerte; para uno solo es un reto muy difícil.
Los cantos, acompañados de guitarras, percusión y teclado, las plegarias, las ofrendas con una danza que nos invita a presentar en la mesa del Señor todo lo que somos, lo que tenemos y lo que hacemos, todo nos ayudó a vivir la celebración con alegría y profundidad, sintiéndonos cercanos a los demás y a Dios, sintiendo la presencia del Espíritu Santo.
Y para terminar, todos recibimos una bendición para ayudarnos en nuestra misión. Todos y cada uno de nosotros somos enviados en misión para ser testimonios de Jesús, en diferentes ámbitos, a partir de diferentes tareas. Todos tenemos trabajo para hacer y tenemos un curso por delante para hacerlo.
Y, además, nos fuimos con un detalle que nos ofrecía el Consejo Pastoral, un adhesivo del cartel del lema del curso: “!Hacemos comunidad. Somos familia¡”, para que lo tengamos muy presente.
Sin embargo, la celebración no hubiera tenido tanto éxito sin la ilusión, las ganas de participar, la disposición para ayudar de tantas personas de la comunidad, de la familia. Por eso, os queremos decir: “¡Gracias, familia!
Equipo de liturgia
