Bajo este lema nos convocaba la diócesis, este domingo 29 de septiembre, en la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, en la parroquia de SAN SEBASTIÁN.
De nuestra parroquia de SANT ANDREU participamos varios miembros. Como cada año, festejamos la igualdad entre los que venimos de fuera y los que ya estamos aquí.
La eucaristía fue muy bonita; los talleres que realizamos nos recordaron la FE que tenemos para viajar por este mundo con alegría y por voluntad de Dios; acabamos la jornada con la comida y bailes folclóricos que nos hicieron recordar a nuestros seres queridos, allá donde estén.
Melvin Marcillo