¡Sí! Hoy, hemos vuelto a Montserrat, montaña acogedora, lugar de paz, de encuentro de los peregrinos de todas partes.
Es un gozo poder disfrutar del buen ambiente que se respira alrededor de Santa Maria de Montserrat, de la Comunidad Benedictina y de la riqueza de compartir con tantas personas nuestra fe.
Damos gracias a Dios y a nuestra Moreneta por todo el que hemos vivido a lo largo del día y… esperamos con ansia la próxima Romería.
Fina Culla